La principal razón para contratar un seguro de alquiler es para protegernos de posibles impagos y actos vandálicos a nuestros inmuebles alquilados, y tiene muchos beneficios, siempre y cuando conozcamos cómo funcionan.

Antes de contratar un seguro de alquiler

Nuestro primer consejo es que no debéis contratar un seguro de impagos sin leerlo cuidadosamente. Es muy importante entender cada una de las condiciones que figuran en el contrato, las coberturas que cubre el seguro y vuestras necesidades. De esta forma podréis contratar el seguro que más se ajuste a vuestra situación.

Os detallamos los principales aspectos a tener en cuenta cuando contratas un seguro de alquiler

Protección del seguro de alquiler

Contratar un seguro de impagos para nuestra vivienda nos aporta una protección financiera en el caso de que nuestro inquilino nos deje de abonar el pago del alquiler, por lo que reduciremos el riesgo y podremos alquilar con toda tranquilidad.

Debemos tener en cuenta que todas las compañías tienen periodo de carencia, que suele ser del primer mes de impago. Pero siempre será mejor perder un mes y no entre 6 meses y un año, que es el tiempo que se suele tardar en realizar un levantamiento de alquiler.

Simplicidad en los trámites

En caso de impago, nuestro seguro simplificará muchísimo el proceso de recuperación de los pagos, agilizará todos los trámites para que esta situación nos perjudique lo menos posible

La rápida indemnización que nos brindan los seguros de impagos es uno de los principales motivos por los que la mayoría de la gente no se lo piensa a la hora de contratarlos.

Mediador de conflictos

Las discusiones y los conflictos con los inquilinos es de las cosas más temibles de todo propietario, por eso, las aseguradoras se encargan de establecer las reglas claramente desde el primer momento, esto favorece tanto a propietarios como a inquilinos para evitar generar tensiones.

Defensa jurídica

Es importante saber la cobertura correspondiente a las reclamaciones con el inquilino y conocer que nos va a cubrir cualquier incidencia. En estos casos lo normal es tener cubierto hasta 3.000 € en defensa jurídica.

Impagos de suministros

Este es uno de los puntos más desconocidos por los propietarios y que quita muchos quebraderos de cabeza. Los seguros de impago también cubren los impagos de los suministros como el agua o la luz que estén a su nombre, se puede exigir la cancelación del contrato en caso de que el inquilino no realice dichos pagos.

Daños a la vivienda o al contenido

En este tipo de cobertura se entienden los daños por dolo, es decir, aquello que el inquilino realiza de forma voluntaria y de mala fe. Es muy importante tener una buena cobertura que cubra este tipo de desperfectos.

Desahucio

Algunas compañías te cubren, en caso de desahucio del inquilino, la reparación de la cerradura o la limpieza de la vivienda.

Si os surge alguna duda y queréis preguntarnos, no dudéis en poneros en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudaros.