Si queremos conseguir el mayor precio de venta y atraer a los compradores, la mejor opción cuando nos planteamos vender nuestra casa, es hacer reformas sencillas pero efectivas.

Las claves para reformar tu casa y venderla después son:

  • Detectar tus necesidades, es decir, preguntarte qué cosas te han incomodado durante el tiempo que has vivido en tu casa y qué cosas te gustaría que tuviera. Para ello, deberías hacer un listado reflejando necesidades y diferentes aspectos a reformar.
  • Crear un presupuesto en el que incluyas el dinero destinado a la reforma, el control del gasto de las obras, incluyendo calidad y precio de los recursos y materiales que se van a utilizar, junto con la mano de obra y la forma de pago, y destinar entre un 10% y un 20% para los posibles imprevistos.
  • Contratar a un profesional, a no ser que seas arquitecto o ingeniero y decidas hacerlo por ti mismo, lo lógico es buscar un profesional que se encargue de la reforma. Lo ideal es buscar varios presupuestos y elegir el que más se adecúe a tus necesidades y al dinero previsto que tengas.
  • Tiempo, es muy importante que te fijes plazos para que la reforma no se eternice, con una fecha de comienzo y otra de finalización. 
  • Papeleo, tendrías que avisar a los vecinos, en el caso de que vivas en un edificio, mediante un comunicado de obra que vas a reformar la casa. Por otro lado, si vas a redistribuir o cambiar de lugar espacios de la casa, tendrás que adquirir una nueva cédula de habitabilidad, teniendo en cuenta que se necesita una licencia de obra que cumpla con el Código Técnico de edificación (CTE).
  • Las mejores fechas para reformar una casa es primavera o verano, ya que hay más horas de luz y la pintura se seca antes.

Es interesante saber que generalmente, los compradores se deciden antes por una casa reformada, por tanto, plantearte una reforma es una garantía de venta.